El Presidente de Rusia, Vladimir Putin, realizó este jueves 18 su reunión anual con la prensa, a la que asistieron nos 1,200 periodistas rusos y extranjeros. La noche anterior, Putin había estado hablando con el Presidente Hollande de Francia, con la canciller Merkel de Alemania, y con el Presidente Poroshenko de Ucrania, sobre los planes para avanzar con el cese al fuego en Ucrania del este y reanudar el diálogo de Minsk.
Durante más de tres horas de preguntas y respuestas, Putin habló como un jefe de Estado que enfrenta la guerra. Putin dejó en claro que Rusia no enfrenta ninguna «represalia» o «castigo» por Crimea. Le dijo al público de periodistas que algunas facciones de occidente decidieron la destrucción de Rusia desde el momento en que se derribó la Unión Soviética y el Pacto de Varsovia. Se refirió a la primera guerra en Chechenia como el inicio del conflicto.
Putin no está equivocado, le dijo Lyndon LaRouche a un grupo de colegas el jueves 18. Aunque el líder ruso no ha hecho caso todavía del llamado público que hizo LaRouche a principios de la semana –y que ya ha circulado en ruso— para que adopte la «solución Mahathir» (o sea, que imponga controles de cambios y de capitales, como hizo Malasia en 1998 para enfrentar el asalto del patrocinador de Obama, George Soros, y otros fondos especuladores voraces), Putin es plenamente conciente de que Rusia es blanco de ataque para un cambio de régimen. Desde abril, cuando Putin y otros importantes funcionarios rusos y bielorrusos le dijeron a los participantes en la Conferencia Internacional de Seguridad en Moscú que las «revoluciones de color» y las «sanciones» son la nueva forma de guerra, para Rusia es más claro que el agua la situación de guerra actual. No se trata de otra Guerra Fría. Lo que se vislumbra es una guerra caliente que muy probablemente ¡podría llegar a ser termonuclear!
LaRouche advirtió que los británicos y Wall Street están llevando al mundo a la guerra desde una posición de debilidad y desesperación. «Están en bancarrota, y su presidencia de Obama y su opción de Jeb Bush se hunden juntos rápidamente». No obstante, LaRouche advirtió que «es en momentos como este, momentos singulares de la historia, cuando suceden los asesinatos«. Se refirió a los asesinatos de John F. Kennedy y de Robert F. Kennedy. «Esos asesinatos cambiaron el curso de la historia».
Los enemigos de la humanidad, con sede en la City de Londres y en Wall Street —la oligarquía financiera— van perdiendo. Los propios bancos de Europa occidental están listos para ser los grandes perdedores por las sanciones europeas contra Rusia. Wall Street descansa sobre contratos a futuro de petróleo y gas de esquisto que podrían ser el próximo detonante de un estallido financiero. Es por ello que el Presidente Obama y Jamie Dimon, de JPMorgan-Chase, estaban tan desesperados en conseguir que el Congreso se doblegara ante la nueva ley de gasto público que incluye una enmienda que deroga la prohibición existente de que la Corporación Federal de Seguros a los Depósitos (FDIC por sus siglas en inglés) rescate esos contratos de futuros.
En su histeria para asegurar otro rescate, Obama y Dimon provocaron una violenta reacción en contrario, que un miembro del Congreso calificó como «el momento de la Glass-Steagall». La senadora Dianne Feinstein provocó a su vez la reacción del hombre-bestia, de toda la camarilla de Cheney y Bush, luego de publicar el informe del Comité Selecto de Inteligencia del Senado sobre el programa de capturas y torturas de la era Bush. Nadie en su sano juicio que haya leído ese informe desclasificado, o las noticias sobre el mismo, puede siquiera contemplar una presidencia de Jeb Bush.
Pero el verdadero peligro, advierte LaRouche, es que si los británicos y sus cómplices Obama y la camarilla Bush logran provocar una confrontación con Rusia y China, van a desatar una tiranía mundial y una ola de reducción poblacional en masa, incluso si se evita una guerra de extinción termonuclear.
«¿Están dispuestos a correr ese riesgo?», preguntó LaRouche. Al mismo tiempo, lo que ha provocado a los británicos es el surgimiento de una nueva alianza para el provecho futuro de la humanidad, con centro en las iniciativas del BRICS y los programas de China orientados por la ciencia.
«Aquí es donde se plantean las cuestiones correctas», agregó LaRouche. «¿Qué se necesita para que la humanidad gane? ¿Cómo progresa la humanidad? Solo a través de saltos absolutos, descubrimientos científicos que transforman el futuro. Con las iniciativas del BRICS y otras relacionadas, la humanidad puede alcanzar la edad adulta y puede lograr avances revolucionarios que antes eran inimaginables. Eso es lo que significa ser verdaderamente humano. Eso es por lo que debemos luchar para garantizar».
Un paso gigantesco hacia ese avance sería que Estados Unidos se uniera al BRICS. El Instituto Schiller publico a principios de esta semana la resolución que exhorta a ello precisamente, con las firmas de más de 100 personalidades de todos los continentes, lo cual ha llamado seriamente la atención en China, donde diversos medios informativos y servicios noticiosos han dado a conocer la iniciativa.
Síguenos en Facebook LA REVOLUCIÓN PACÍFICA
Suscríbete a nuestro Canal de YouTube
3 comentarios en “¿Qué necesita la Humanidad para ganar?”