Es sobradamente conocido que David Jones (aka David Bowie) estuvo ligado a las enseñanzas del satanista Aleister Crowley desde sus inicios musicales, por eso, cuando hace unas semanas publicó “Black Star” me pareció una evidente misa negra, parodiando la crucifixión de Cristo, autocalificándose de “Estrella Negra” (Estrella Muerta), escenificando un aquelarre (veréis que hay 12 brujas) e invocando claramente a la muerte por medio de una calavera.
Por cierto que, si os fijáis, encontraréis que en el puesto de Barrabás en la representación de la crucifixión de Cristo de “Black Star” hay un rabino judío.
Al fallecer ayer y conocerse que Jones/Bowie padecía un cáncer desde hace año y medio, hay que revisar el contenido del vídeo porque, evidentemente, sabiendo que se iba a morir, este último trabajo se puede calificar de “testamento”.
Al igual que en el siguiente vídeo que veréis, titulado Lazarus (se refiere, obviamente, al resucitado por Cristo), Bowie se representa a sí mismo como un loco en un manicomio pero, claro, el manicomio no es tal sino el infierno, un infierno del que trata de escapar a través de la inocencia de la niña en el primer vídeo y que representa el “pájaro azul” (blue-bird, Control Mental MK-Ultra) que nombra en el segundo. Pero como repite el estribillo, mientras la muerte viene a buscarle, el manicomio es su cielo y entonces rememora cuando se fue a Nueva York (a conocer a Andy Warhol, que le hizo lo que es) y vivía como un rey, para luego gastar todo su dinero y tuvo que vender su sexualidad (“I was looking for your ass”: “estaba buscando tu trasero”, o sea, como se dice coloquialmente, “comiéndole el culo a Andy Warhol”).
Estos últimos versos los canta disfrazado de clown, a la manera de Lindsay Kemp, que fue el hombre que le inició en la homosexualidad, cuando era sólo un crío.
Después se le ve con una pluma, firmando una carta, angustiado. ¿Está escribiendo a los Reyes Magos? No, David Bowie está representando el día que vendió su alma al diablo, un acto que se consagra con una carta, como se ha visto en unos cuantos vídeos de satánicos. El demonio, que está debajo de su cama, esperando su muerte para llevárselo con él. Por eso sueña con la libertad, obviamente, y se ve encadenado.
Esa es la otra vida que le espera. !Ah! Al final, se mete en el armario. El hombre que sacó del armario la homosexualidad, acaba muriendo y metiéndola en el armario. Un final redondo.
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Pero que coño acabo de leer?
Deja de fumar lo que sea que fumes, Rafael Palacios.
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Barrabás no fue crucificado con Cristo, por lo que no podría ocupar ningún lugar en la escena de la crucifixión, ni real ni parodiada. Los evangelios oficiales no dan los nombres de los malhechores crucificados al lado de Jesús, solo de sus actitudes y a uno de ellos se atribuye haber reconocido su divinidad y pedir perdón por los improperios que profería el otro, por lo cual alcanzó la redención en el último instante de su vida. La tradición no oficial les ha atribuido nombres (Dimas y Gestas), pero en ningún caso el de Barrabás, quien fue liberado en vez de Jesús y que luego tiene una biografía legendaria en la que finalmente también se arrepiente. No dudo del significado ocultista, probablemente más neopagano que satánico del video de Bowie, pero si de entrada tu critica tiene tal imprecisión respecto a la biblia, pues ya hace dudar mucho de la veracidad del resto de la misma…
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