Netflix comete las tres injusticias habituales de la edición digital: Gestión de derechos digitales (DRM), acuerdos de licencia de usuario final que restringen al cliente más allá de las restricciones del derecho de autor, y la identificación; más el seguimiento de los clientes.
Para tolerar alguna de estas prácticas es necesario renunciar a nuestros derechos sin luchar, así comienza la publicación de Stallman en su sitio web.
Netflix es un típico servicio de distribución de streaming multimedia: requiere de un programa no-libre que impone mecanismos de restricción digital (DRM), con el objetivo de negar al usuario la posibilidad de guardar un copia de los datos que se transmiten a través de su propio ordenador. Nunca se debe utilizar DRM que no se pueda romper, por lo que no debes usar estos servicios de distribución a menos que puedas romper su DRM.
«Una vez un amiga me pidió ver un vídeo con ella, que se iba a visualizar en su ordenador usando Netflix. Me negué, diciendo que Netflix era una amenaza a la libertad, que me sentía incómodo con la promoción de su uso de esta manera», comenta Richard Stallman.
Rechazar la transmisión de DRM es un imperativo ético, porque esta tecnología de transmisión está destinada a dividir a la gente y hacerlos antisociales. Netflix es un sistema de vigilancia: se exige a los clientes identificarse para pagar, y mantiene un registro de lo que cada persona ve.
Netflix hace a los clientes firmar un contrato restrictivo (acuerdos de licencia de usuario final) que les niega los derechos que normalmente tendrían en virtud del derecho de autor si compraron una copia. Si usted compró una copia en una cinta o disco, sería libre de dar, prestar o vender. Con Netflix, esas acciones no sólo están obstruidas por DRM, sino también explícitamente prohibidas.
Netflix está apostando su control de los usuarios (que se obtiene a través de los males mencionados anteriormente) en un intento por el control del entretenimiento en vídeo.
Cada vez que escuches que algún vídeo es producido específicamente por Netflix, sería lo apropiado para sentir una ola de disgusto y rabia. Eso te ayudará a rechazar verlo, a negarte en seguir alimentando el monstruo.
Netflix en connivencia con las compañías de películas está atacando a la privacidad de los usuarios mediante el bloqueo de acceso a través de redes privadas virtuales (VPN). La práctica de Android de forzar el uso de Google DNS, que aparentemente ha sido diseñado para ayudar a las empresas como Netflix, hacen esto; es complicidad con el DRM.
Síguenos en Facebook LA REVOLUCIÓN PACÍFICA
Suscríbete a nuestro Canal de YouTube
Muy bueno, gracias. Por cierto, el dibujo de vuestra portada es fascinante.
Me gustaMe gusta