Ocultos bajo la superficie y enredados en las raíces de la asombrosa y diversa vida vegetal de la Tierra, existe una superautopista biológica que vincula entre sí a los miembros del reino vegetal en lo que los investigadores llaman “La Web del Bosque”. Esta red orgánica funciona muy parecido a nuestro servicio de Internet, permitiendo que las plantas puedan comunicarse, otorgar nutrición, o incluso dañarse unas a otras.