Es sobradamente conocido que David Jones (aka David Bowie) estuvo ligado a las enseñanzas del satanista Aleister Crowley desde sus inicios musicales, por eso, cuando hace unas semanas publicó “Black Star” me pareció una evidente misa negra, parodiando la crucifixión de Cristo, autocalificándose de “Estrella Negra” (Estrella Muerta), escenificando un aquelarre (veréis que hay 12 brujas) e invocando claramente a la muerte por medio de una calavera.